La
edificación en este solar está muy condicionada por las propias características
del terreno, ocupado en su momento por las vías del ferrocarril que se
encargaba de transportar el mineral de hierro de las Minas del Rif hasta el
puerto de Melilla, desde donde se transportaba por mar a su destino final; por
un lado tenemos que tiene una longitud muy grande y poco fondo, y el
condicionamiento de tener que permitir una servidumbre de luces de los
edificios medianeros, que tenían fachada a este terreno. Por otro lado tenemos
un desnivel grande entre la C/ Altos de la Vía y el propio terreno, que se
aprovecha para encajar los niveles de garaje y comercial, y además un desnivel
de la propia calle Altos de la Vía, que obliga a escalonar el edificio.
Todo lo
anterior provoca la solución adoptada: un bloque lineal que ocupa todo el
frente de la parcela, en el que se establecen dos crujías, en las que salones y
dormitorios principales dan a la fachada de la C/ Altos de la Vía, y cocina y
dormitorios dan a la fachada interior de la parcela. Este bloque lineal queda
rematado con otro de planta orgánica en la confluencia con la C/ Donantes de
Sangre.
El
edificio lineal se organiza siguiendo los condicionantes propuestos: a las
plantas bajas se accede desde una plataforma que unifica todos los bloques,
permitiendo dos únicos accesos desde los extremos de la parcela.
Las galerías
de acceso recorren todo el edificio, dejando los núcleos de comunicación
vertical exentos y comunicados mediante pasarelas
Existe
una plataforma que une los accesos a los cinco bloques de la promoción,
cubriendo las zonas de garajes y trasteros, ocupando la totalidad de la
parcela, a excepción de los 3 m. de servidumbre de luces con los edificios
vecinos. Desde esta plataforma se accede a cinco núcleos de comunicación, que
dan acceso a su vez a las viviendas, comunicadas entre sí a través de pasarelas
Estas
pasarelas son viables teniendo en cuenta la bonanza del clima de Melilla. Se
pretende además con esta solución de pasarelas recuperar un concepto del
edificio de viviendas que entronca directamente con las corralas, donde la
comunicación y la relación entre los vecinos hace que la vivienda se amplíe en
estos elementos comunes. Así existen tres niveles de acceso, puesto que la
mayoría de las viviendas son dúplex, y en las que no cuentan con dos pisos, los
accesos que no se hacen por pasarelas se efectúan a través de escaleras desde
las mismas plataformas, ya que están dimensionadas generosamente.
Se
pretende de esta forma extender el concepto de la vivienda en estos espacios
comunes de comunicación, haciendo desaparecer el concepto de portales y
haciendo posible que los usuarios tengan estos espacios como propios.
Los
trasteros se ubican en tres zonas: las dos primeras se encuentran en el nivel
-1, correspondiente al garaje, bajo el bloque 4 y el bloque 1 y sus zonas de
plataforma correspondiente. La otra zona de trasteros se encuentra en el nivel
0, bajo el bloque 2 y su zona de plataforma correspondiente.
Existen
distintos tipos de viviendas, que abarcan desde uno a cuatro dormitorios.
Dichos tipos de viviendas se integran con facilidad en la trama propuesta,
ocupando las viviendas de 1 dormitorio una crujía de pilares, las de 2
dormitorios una crujía y media, y las de 4 dormitorios una crujía en dos pisos.
La mayoría de las viviendas realizadas son de 4 dormitorios, siendo éstas dúplex,
en los que la planta baja corresponde a salones, cocinas y aseos, y en las
plantas cuatro dormitorios y dos baños. Los áticos son
viviendas de 2 dormitorios que ocupan una crujía y media de pilares.
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