Arquitecto: Juan Judel Carballa
Arquitecto Técnico: Ignacio Ríos Ortiz
Constructora: JARQUIL
El planteamiento inicial del proyecto nace con la necesidad de su
integración dentro del casco histórico de la ciudad de Melilla, en cuya área se
encuentra enclavado. Se trata de ofrecer un concepto que llegue más allá del
formalismo de repetir molduras y elementos de la época modernista.
Este proyecto ofrece una traducción a la actualidad de la esencia
estilística propia del modernismo del centro de la ciudad de Melilla, sin
pretender en ningún momento la comparación con edificios de principios del
siglo pasado, utilizando un lenguaje propio e integrador dentro del
recinto histórico en el que se enclava.
La ondulación de la fachada apenas se traduce en cuerpos volados, que
acentúan el volumen de la esquina, que a su vez es el contrapunto del edificio
enfrentado, de la torre de esquina, con la que no quiere competir. Esta es una
característica estilística muy acorde con el modernismo, lo mismo que la propia
ondulación de fachada. El resultado es un volumen con una variedad muy grande
de juegos de luces y sombras.
El cerramiento de las cajas de escalera se produce con dos pieles: la
primera de ellas son los ventanales, en el plano interior, mientras que en el
plano exterior se colocan unos paneles calados. La función de éstos es doble:
en primer lugar unificar esta zona de cerramientos, con un elemento unitario
que recorre la fachada; en segundo lugar sirve para esconder los aparatos de
aire acondicionado que se van colocando en cada planta, a los que se accede por
los descansillos de la
escalera. De este modo se garantiza que la imagen externa no
se verá deteriorada por la colocación de estos equipos.
Estos paneles son curvados, potenciando aun más las ondulaciones de la
propia fachada, estableciendo una continuidad en todo el edificio.
Existen una serie de balcones en fachada, que conforman un espacio
hacia el interior del edificio, haciendo de ellos unos elementos
diferenciadores en el plano exterior.
Las texturas de los cerramientos de fachada son las tradicionales en
los edificios del centro histórico, a base de cerramientos de ladrillo
enfoscados exteriormente con mortero a la cal, que sirve a su vez de acabado final.
La zona de la esquina se potencia con dos cuerpos geminados, que se
enfrentan en la esquina opuesta de la calle a la torre que sobresale en el
edificio de C/ Villegas. De nuevo se quiere evitar el enfrentamiento de
estilos, con lo que se refuerza la imagen de la torre del edificio enfrentado.
El edificio planteado completa el volumen de la manzana, cogiendo las
alturas de los edificios adyacentes, el de Telefónica en C/ Villegas y el de la
Consejería de Educación en C/ Querol. De esta manera se eliminan además unas
medianeras vistas y se soluciona un espacio que se ha ido deteriorando a lo
largo del tiempo.
Aquí hay unas imágenes del modelo de proyecto y su integración en el entorno.
Aquí hay unas imágenes del modelo de proyecto y su integración en el entorno.
Y aquí el resultado final
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