Pintaba el día un poco malo, con lluvia y previsión de más lluvia, así que abandonamos nuestro plan inicial de la granja escuela por el plan B, que era el Museo de las Peñuelas.
Y allí a resguardo, y en un ambiente de paz y sosiego, discurrió nuestra mañana.
Primero una vista del interior, con esas bóvedas y arcos de medio punto de este museo que en su momento tuvo función de almacén.
Y a continuación, viendo el magnífico día que había quedado, contra cualquier pronóstico, una incursión a la plaza de los aljibes para sacar otro dibujito.
Aquí como es habitual los obrantes y sus productos.
Una vez más una grata experiencia, acabada con unas cervezas e incluso café. Seguimos en la brecha!!!