Y ya, de repente, con el cuarto encuentro. Esta vez en el cementerio de Melilla, un lugar fascinante con un montón de historias curiosas. Algunas de ellas nos la contó Isabel Migallón, en una breve charla antes de empezar a dibujar.
Y, de nuevo, un día espectacular en este verano que parece no querer irse, y que se alarga hasta este templado Noviembre. Unos días después del día de difuntos el cementerio estaba lleno de flores y muy bonito, así que todo acompañaba a nuestra labor
Empezando por este obelisco a pequeña escala cerca de la entrada.
Y siguiendo por una vista general desde una de las galerías superiores.
Finalmente, foto de familia.
En resumen, de nuevo una grata experiencia, que acabó en unas cañas (como está mandado), y quedando con ganas de la siguiente.
P.D.: Dejo aquí enlace de un vídeo que nos han hecho los del periódico "El Faro"
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