Tras nuestros días en la cosmopolita Copenhague nos fuimos a Jutlandia, hasta una casita que alquilamos en la zona media, cerca de Horsens, con la intención de visitar lo que teníamos alrededor sin muchos desplazamientos en coche. Resultó una buena idea: en un radio de una hora o algo más teníamos un montón de opciones de cosas que ver, en muchas ocasiones mediante carreteras la mar de pintorescas.
Cerca del fiordo de Rinkobing, en el Mar del Norte
En Legoland, de nuevo este castillito de Copenhague, en versión de bolsillo
La catedral de Aarhus, intento 1 boicoteado por la lluvia
De nuevo la catedral de Aarhus, intento 2
Men by the sea y el Mar del Norte, fresquito y ventoso él.
Catedral de Odense
Y además de estas "kirken", muchas cosas de los vikingos, la visita obligada a Legoland, para disfrute de mayores y menores, y grandes puentes para cambiar de islas. Todo muy bien cuidado y caro en general, pero con muy buenas sensaciones y mucha amabilidad de los paisanos
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